jueves, 21 de junio de 2012

Frases Motivadoras de Voltaire


François Marie Arouet, más conocido como Voltaire (París, 21 de noviembre de 1694 – ibídem, 30 de mayo de 1778) fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. En 1746 Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa

Algunas frases que nos pueden motivar o nos pueden hacer ver las cosas de otro punto de vista. A continuación frases motivadoras de Voltaire:

Cambia de placeres, pero no cambies de amigos.

La incertidumbre es una posición incómoda. Pero la certeza es una posición absurda.

La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.

Quien no tiene toda la inteligencia de su edad, tiene toda su desgracia.


El hombre actual ha nacido o bien para vivir entre las convulsiones de la inquietud, o bien en el letargo del aburrimiento.

La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.

La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.

Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo.

Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme.

El verdadero valor consiste es saber sufrir.

La democracia sólo parece adecuada para un país muy pequeño.


La religión mal entendida es una fiebre que puede terminar en delirio.



El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar.

Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más tarde o más pronto.

La dicha no es más que sueño, y el dolor la realidad.

Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.

Los periódicos son los archivos de las bagatelas.

No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer.
Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.

¡Cuán querida es de todos los corazones buenos su tierra natal!


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